De pronto y sin llamarlo llega un verso impetuoso
Verso fugaz que tu llamaste en una noche oscura
Un verso tan ardiente que poco o nada escarcha
Un verso que sin pudor se impone a toda regla
No tiene nombre y aparece invisible
Tus lagrimas lo llaman y él se deja querer
Verso de luz cálida con música que arrulla
Verso de aire fresco que trae vida a tu piel