«Las mujeres permanecerán y prosperarán en las firmas jurídicas del futuro sólo, si dichas firmas reconocen los sesgos implícitos que afectan negativamente a la capacidad de las mujeres para avanzar y tener éxito, y aplican medidas concretas para corregir estos sesgos”— Roberta D. Liebenberg.
“Porque siempre se encontrarán algunos que piensen por propia cuenta, hasta entre los establecidos tutores del gran montón, quienes, después de haber arrojado de sí el yugo de la tutela, difundirán el espíritu de una estimación racional del propio valer de cada hombre y mujer, y de su vocación a pensar por sí misma», Kant 1789.
La abogacía institucional como la conocemos está muerta, pero aún no lo sabe.
Los bufetes de abogados no sólo van a la quiebra, sino que se derrumban.
Por razones inexplicables, la abogacía independiente se ha convertido en algo incómodo en el mundo del Poder Judicial, quedando relegada, como la hija no querida.
¿Nos hemos hecho daño? No Es la vida la que nos ha dañado C’est la vie La vida que reseca los sarmientos del alma Es
No señores, una crisis no es una oportunidad. Una crisis es una crisis y una oportunidad es una oportunidad. Punto.
Sin anestesia, ahora, sin corbata ni nada, la abogacía de andar por casa sustituye a la abogacía de toda la vida.
Carles
Ramadan en España existe, y es parte de nuestra vida
¿Qué me han enseñado seis meses de crisis?
El EGO en la Abogacía no es malo, es esencial